Llegó el tiempo de dejar atrás una versión vieja y rebuscada de ti,
y puedes ahora vislumbrarte como el ser de Luz que eres: libre de toda culpa y 'pecado original'.
No dudes de tu potencial creador y dador. Eres Luz.
Mira el juicio y la carga de crítica a la que te has expuesto.
Observa: te vuelves consecuente con las etiquetas que te impones,
pero te limpias cuando reconoces el daño que hizo en ti esa propensión a la culpa.
Libérate sin esfuerzo. Libérate naturalmente, libérate porque lo mereces;
porque aquí estas, pura y limpia de promesas vacías, mirándote al espejo de tu propia oscuridad.
Aquí estás, callada y desnuda, dispuesta a abrazarte con todo tu corazón,
llevando al cielo la mirada porque estás dispuesta a ser bañada de Amor.
Porque ya no tienes nada que ocultar.
Porque ser verdadera es todo lo que puedes ser.