Comprender que detrás del Tarot hay una historia. Que hubo un qué, un por qué y un para qué, que fueron evolucionando. Que hubo personas que diseñaron a lo largo de tantos años una disciplina que en la actualidad muchos usamos para nuestro crecimiento. Tenemos algo en común con ellas? Probablemente, con algunas, la búsqueda del misterio de la vida. La búsqueda de este misterio nos lleva de viaje a lugares lejanos, pero luego nos trae de vuelta. Exploramos fuera para conocernos.

Uno descubre así que el Tarot ha crecido, se ha transformado y diversificado conforme la humanidad fue cambiando. Lo hizo antes de nosotros y lo seguirá haciendo. Se adapta a los tiempos y también a la persona que lo sostiene en sus manos. Uno mismo cambia y por ende, cambia también su forma de relacionarse con él. Es un espejo que refleja nuestros puntos ciegos, pero no antes de demostrar a nuestras mentes que no lo sabemos todo.

Con el Tarot exploramos nuestros mundos internos, y a través de su historia descubrimos la historia que nos une, que no es poco. Nos amplía la mirada.

El conocimiento y el aprendizaje es uno de estos viajes, y agradezco que haya personas que dedican años y energía para crear libros maravillosos como estos. No puedo más que recomendar otro infaltable para quienes amamos el Tarot: Historia del Tarot, de Isabelle Nadolny.