Mantén tu mente abierta

03 Diciembre, 2018

Hay una historia que cuenta que un Maestro enseñó a sus discípulos una técnica llamada "Las 21 formas de domar el ego". A lo largo de los muchos años de enseñanza todos sus discípulos incorporaron este saber con tan buenos resultados para sus vidas, que esa enseñanza se convirtió en una tradición que transmitían a las futuras generaciones de discípulos.

En una oportunidad, un joven novato tuvo curiosidad sobre esta práctica cuyo significado era tan profundo, y se animó a hacer preguntas que sus compañeros más antiguos le respondían a medias: ¿Había algo mágico en el número 21? ¿Qué misterio encerraba? ¿Por qué 21? Parecía que había un secreto en ello, pues cada uno le decía algo distinto, las respuestas no lo conformaban. Fue entonces que alguien le sugirió buscar al Maestro - que se había retirado hacía mucho tiempo -, para preguntarle; cosa que al parecer ningún otro se había atrevido a hacer antes. Con algo de preocupación por la reacción que pudiera tener el maestro, arriesgándose a que pensara de él que era un tonto por no comprender las enseñanzas, se presentó ante él:

-Maestro, ¿por qué son sólo 21 las maneras de domar el ego? ¿Cuál es el misterio que encierra ese número?

El maestro pareció sorprenderse y alegrarse con la pregunta, y le respondió:

-En verdad no hay ningún misterio. No sé si sólo hay 21 maneras de domar el ego. Las que enseñé son las que se me ocurrieron a mí.

***

Cuestiona, pregunta, intuye, usa tu capacidad crítica y curiosa, experimenta. Toma las enseñanzas sin apegarte a ellas. Recuerda que cada filosofía, religión, corriente espiritualy/o creencia es una interpretación, una parte de la Verdad. Descubrir tu Verdad es tu responsabilidad. Mantén tu mente abierta.

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