Una de mis autoras favoritas de libros de Tarot sin duda es Rachel Pollack. Guardo por ella un cariño especial. Fueron sus "78 grados de Sabiduría" los primeros libros que pude agregar a mi biblioteca y comenzar a profundizar en su estudio, lo que significó para mí un camino de ida.
Desde aquellos primeros años hasta ahora, su estilo ameno y sencillo sigue siendo uno de mis preferidos, porque despoja al Tarot de todo acartonamiento y lo hace cercano, amigable. Este año me regalé su libro "El Viaje del Tarot: Un paseo por el bosque de las almas". Si no me equivoco, es el último que escribió antes de dejarnos. Es imposible no sentir el amor con el que fue escrito. Este libro es especial porque no parece el objetivo seguir abordando un marco teórico del Tarot, sino que éste sea el vehículo para hablar de las cosas del Alma. De nosotros y del diálogo con nuestro ser profundo, con el Tarot como nuestro traductor. Habla de lo que, en definitiva, ha de perdurar de nuestra práctica.
En la página 119, Pollack propone un ejercicio muy interesante al que llamó la Lectura Hillel.
Hillel el Viejo, también llamado El Sabio, fue un rabino nacido el año 70 a.C. en Babilonia. Hay un dicho suyo que introdujo la Regla de Oro: "Lo que es odioso para ti no lo practiques con tu prójimo. Esto es toda la ley; lo demás es mero comentario".
Pero otra de sus máximas es la que aquí nos compete "Si yo no estoy para mí ¿Quién estará? Y si no estoy para los demás ¿Qué soy? Y si no es ahora ¿Cuándo?". Sobre ella es que se apoya un ejercicio que podemos hacer con el Tarot. Pollack aconseja hacer esta lectura para observar relaciones problemáticas, cuestiones relativas a un divorcio (especialmente si hay hijos de por medio), conflictos éticos en el trabajo, problemas con el cuidado de padres ancianos, etc.
Las preguntas que propone son:
¿De qué modo tengo que estar para mí?
¿De qué modo tengo que estar para los demás?
¿Qué debo hacer o mirar ahora?
A veces, el peso de las responsabilidades cotidianas nos hace olvidar la que tenemos con nosotros mismos, antes que nada. No podemos estar para los demás si primero no estamos bien nosotros. Por eso, este ejercicio apunta, fundamentalmente, a tomar consciencia del Auto-cuidado.
Practico esta lectura desde hace algún tiempo y confieso que no sólo la aplico con el Tarot, sino que comprobé que funciona muy bien con algunos oráculos. La información que brinda es interesante y reveladora. Me parece sumamente valioso lo que puede aportar a quien necesita apoyo y aclaración en algún tema específico. Este es el tipo de lectura con el que reflexionamos y abrimos el corazón para que una verdad interior, profundamente compasiva, surja y nos fortalezca.
¿Deseas explorar un tema en particular con la Lectura Hillel? Escribime y coordinemos una cita.